Fútbol, tenis, baloncesto, algo
de Fórmula 1… en las noticias, los parques y las aficiones nos encontramos
siempre con los mismos nombres en el ámbito de deportes. Pero ¿qué hay del
resto, de esos hijos no tan favoritos del deporte que, sin embargo, también
existen?
Yo he decidido partir una lanza
a su favor y hablar aquí y ahora de uno de ellos: el ninjutsu. Minipunto para
aquellas personas aventajadas que se han imaginado un tipo de arte marcial asiática.
Efectivamente, pero vamos a concretar más: el ninjutsu, también conocido como shinobi-jutsu,
es un tipo de arte japonés, frecuentes en los ámbitos de espionaje y
guerrillas.
Este deporte es tremendamente
antiguo y ha sido usado en auténticas batallas en Japón hace siglos. Es un tipo
de arte marcial dentro de las más letales, y cuenta con alrededor de veinte
tipos de disciplinas diferentes, cada una de ellas orientada a objetivos específicos.
Cada uno de estos estilos se corresponde con diferentes escuelas, que a lo
largo de la historia han ido uniéndose y separándose. No fue hasta el siglo XX
que todas las técnicas se unieron en una sola escuela, a mano de TakamatsuToshitsugu Sensei.
Actualmente, este deporte va cogiendo, poco a poco, algo más de fama y cada vez más gente se apunta a probarlo. Y es que lo bueno que tiene el ninjutsu es que es muy democrático con sus participantes: hombres, mujeres, altos, bajos, de cualquier tipo de complexión... Cualquiera puede practicar ninjutsu y ser bueno o buena. Como el resto de artes marciales, este deporte no se basa exclusivamente en la fuerza o el tamaño de una persona, sino en saber las limitaciones y capacidades físicas de uno mismo.
Eso sí, hay que estar preparado para caerse más de una vez y volver a levantar. Es un deporte duro, de contacto, eminentemente defensivo y, como hemos dicho antes, dirigido a la guerra.
Sin embargo, hay mucho más. Aunque el ninjutsu es considerado el arte marcial más duro de todos, la filosofía ninjutsu no se centra exclusivamente en la habilidad física; requiere también un fomento mental e incluso espiritual, y se jacta de promover valores como el compañerismo o la valentía.
Este deporte busca, pues, una ampliación de las capacidades tanto físicas como mentales. Consiste en ir más allá de los límites que creemos que tenemos tanto en nuestro cuerpo como en nuestro pensamiento, y derribar barreras que sólo nosotros creamos.
El ninjutsu es tremendamente duro. Todas las personas que lo practican deben esforzarse al máximo por llegar a ser un buen ninja, lo que requiere emplearse a fondo en cuerpo y mente. Son habituales las convivencias entre practicantes de ninjutsu de una misma escuela, en las que deben hacer actividades en terreno natural, casi sin alimentos y con largas jornadas de ejercicio físico constante.
El ninjutsu es, en definitiva, un deporte para valientes.
Rocío Pérez Domenech
0 comentarios:
Publicar un comentario